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No vi venir el colapso

Foto del escritor: AnaAna

Empecé a tener un sabor horrible en la boca, como a podrido, me lavaba todo el día los dientes pero el sabor regresaba y me daba muchísimo asco comer. Comencé a vomitar bilis por las mañanas, también flemas. Y cuando la comida me daba asco salía de mi casi inmediatamente, comencé a no tolerar casi nada de alimentos.


Nos habíamos quedado en que era la primera ocasión en mi vida que se me hinchaban los pies. Había salido al centro con mi mamá unos días antes. Siempre que salíamos al centro era caminar y caminar por horas.

Tanto a mi como a mi doctor se nos hizo raro ver ligeramente mis tobillos hinchados pero me dijo que seguramente me había agotado demasiado con mi mamá y que me hacía falta descansar, que no me asustara.


De todas formas rápidamente comenzaron otros síntomas. Empecé a perder peso en cuestión a masa muscular pero lo ganaba en agua porque comenzaba a despertar hinchada de otros lados, poco a poco los tobillos estaban más hinchados hasta que me daba comezón sentir que había agua ahí dentro. Despertaba con la cara muy hinchada, los párpados muy gordos, las mejillas también.


Empecé a tener un sabor horrible en la boca, como a podrido, me lavaba todo el día los dientes pero el sabor regresaba y me daba muchísimo asco comer. Comencé a vomitar bilis por las mañanas, también flemas. Y cuando la comida me daba asco salía de mi casi inmediatamente, comencé a no tolerar casi nada de alimentos.


Todo esto pasó en muy pocos días, así que comencé a ir más seguido a mis citas de acupuntura. Mi doctor siempre me ha dicho que una mala noticia puede acabar más con la persona que la misma enfermedad. Así que en cada cita lo veía optimista, me apapachaba y me hacía reír para enfocar mi mente en la recuperación y no en el malestar, pero ya era muy tarde.


Todo lo que acumulé de malos hábitos decidió salir a la luz, mi cuerpo decidió ponerme un alto y decir BASTA! ME ESTAS LASTIMANDO! tienes que parar este estilo de vida, voltear a verte y corregir fuertemente el camino o vamos a acabar muy mal tu y yo... ese era el mensaje.


En el camino tuve muchas advertencias, pero nos enfocamos tanto en el TENER, que olvidamos por completo el SER. Tener mejores opciones en el trabajo, tener más dinero para "x" cosa, tener una mejor casa, tener arreglada la casa donde vivimos, tener, tener, tener... y ¿ acaso algo de eso nos hará mejores personas? ¿nos llevaremos algo de todo eso al morir? por supuesto que no!

Pero eso no nos importa mucho, ¿verdad?. ¿Cuándo nos preocupamos por ser mejores seres humanos? ¿por descubrir nuestra conciencia y hacerla crecer? ¿ por preguntarnos qué venimos a hacer como misión a la tierra? ¿ por descubrir quiénes somos realmente, sin los prejuicios ajenos?

Eso nunca pasa por nuestra mente, bueno, pasa hasta que no tienes otra opción más que pensarlo pues no puedes moverte de la cama, entonces llega la reflexión.


No les he mencionado que mi doctor de MTC se encuentra en Cuernavaca, y yo estaba en la CDMX, así que con todo el malestar se me hacía tremendamente pesado ir a consulta.

Gracias a Dios una amiga que se encontraba en el consultorio uno de los días que fui ya muy mal y muy hinchada, nos ofreció su casa a mi esposo y a mi para que no tuviéramos que hacer tanto tiempo de camino a las citas de acupuntura.

Entonces, temporalmente nos mudamos a cuernavaca, ilusamente aún pensábamos que con un par de semanas de ir diario a consulta todo estaría bien. Y al principio así fue.

Me cayó muy bien el clima de Cuernavaca, la altura es mucho menor, hay más sol, aire fresco, el taxi solo hacía unos 20 minutos al consultorio, así que rápidamente se notó la mejoría.


Pero de nuevo fue solo como una ultima chispa de energía en mi cuerpo. Un día simplemente desperté al borde de la muerte, literal.


Nuevamente estaba muy hinchada de todo el cuerpo, no podía levantarme de la cama, no tenía fuerza ni para poder ir al baño, no podía mantener los ojos abiertos, no toleraba la comida, no respiraba bien y lo más extraño, entre todo ese huracán de malestar, tenía una ligera sensación de paz.


Mario, mi esposo no sabía que hacer, el quería llevarme a consulta o al hospital pero yo no quería nada. No podía moverme para ir a consulta y lo último que quería en la vida era estar en un hospital.

Recuerdo que yo tenía mucho frío, así que me cargó y me llevó a un sillón en la sala de la casa donde pegaba el sol. Ahí me quedé dormida no se cuanto tiempo. Cuando desperté quise hablar con él sobre morir. Extrañamente no sentía miedo a morir, lo sentía como algo tremendamente natural, estaba muy tranquila, no sentía nada pendiente, ninguna desesperación por ver a alguien o por decir algo, nada de apegos, quizás un poco de tristeza por ver la cara de Mario de profunda desesperación y miedo a que me fuera en sus brazos. No hay un hombre que me ame más que él y no habrá hombre al que yo ame más que a él.


Ya les contaré nuestra historia, pero estoy segura que en otras vidas ya hemos estado juntos, es mi gran y verdadero amor.


Regresando al tema, ¿saben como es parte del diagnostico en la MTC? pues se revisa la lengua, se observa si hay saburra, se observa el color de la lengua, la textura, la humedad, la cantidad de saliva, etc... y todo eso indica el estado de salud.

Ah pues les presento mi lengua el del día que les estoy contando cuando sentía cerca la muerte.



Se ve bastante mal, ¿cierto?

Pues si, me estaba quemando por dentro y muchas otras cosas.

Ya no recuerdo cómo pasó pero una de mis más queridas amigas de la universidad, Janneth, se comunicó con Mario para saber como estaba y al enterarse de la gravedad fue de inmediato para Cuernavaca. Yo ya no tenía fuerza para hablar con ella, pero me dio mucho gusto verla.

Entre Mario y ella intentaban convencerme de ir al hospital, pero para mi ya era muy difícil poner atención a sus palabras, podía ver la desesperación y angustia en los dos pero lo sentía ajeno a mi, yo ya estaba en otro plano donde todo eso no importaba.


Finalmente al ver la cara de Mario pidiéndome por favor hacer algo, accedí a hablarle a la ambulancia para ir al hospital unicamente a que me pusieran algún suero o sangre, no quería nada más. Me llevaron a urgencias del hospital Parres y oh sorpresa! La única respuesta que me dieron fue que necesitaba diálisis!!!



La siguiente parte de la historia vendrá en el apartado de DIÁLISIS, esta parte de la historia fue en MTC porque les presenté mi estilo de vida, pero lo que sigue es totalmente parte del hospital.


Escribo siempre en orden cronológico para ir mostrando desde los inicios, así que si se van a la sección de TODAS LAS ENTRADAS, podrán seguir la historia en orden. fíjense en las fechas, también van en orden.


¿Ustedes como se enteraron que necesitaban diálisis? ¿que pasó por su mente?


Nos estamos leyendo!

AK




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