Fin de año con amigos!

Parece ser la primer publicación del año así que... feliz 2019 para todos!

He estado un poco distante pero es que me encontraba en tratamiento para la flema, ya les contaré más adelante.

Por ahora quiero compartirles algo mucho más feliz, mi fin de año inesperado!

Saben bien que para mi el 2018 fue un sube y baja tremendo, por lo tanto, lo único que Mario y yo pedíamos para las festividades era estar juntos y tranquilos, nada más.

De hecho ni ánimos teníamos de preparar cena o hacer gran cosa. Fuimos el 30 de Enero al súper para ver que podíamos preparar rápido y conseguir alguna botana para consentirnos, el plan era estar en casa, ver las campanadas, brindar e irnos a dormir.

Compramos cosas para hacer pasta, ensalada de manzana y papitas para botanear (yo compré sabritas gourmet de vino tinto, las conocen? son muy ricas! solo las compro un momentos especiales como este jejeje) Quise darme un lujo y compramos un vino espumoso, así que ya teníamos todo listo para la gran noche de fin de año.

Mamá y papá vinieron a comer con nosotros el 31, ellos tampoco son mucho de festejar hasta altas horas, y viven lejos, así que la hora de la comida era ideal para vernos y darnos el abrazo. Después de la comida nos ofrecimos llevarlos a su casa y así matar 2 pájaros de un tiro porque nuestros amigos Bere y Lalo viven por esos rumbos y queríamos pasar a desearles feliz año.

Muy amables, días atrás nos habían invitado a pasar la cena de año nuevo con ellos pero yo estaba tan cansada que habíamos decidido no quedarnos.

Pues el caso es que llegamos a su casa, yo en la facha total de pants y chongo despeinado... platicamos un rato y comenzó a llegar la gente. Mario me dijo que solo esperáramos a que llegaran los papás de nuestros amigos para darles el abrazo y después podríamos irnos para que yo descansara, pero los papás llegaron y las risas siguieron, comenzamos a comer maravillosa botana y que le ofrecen una cervecita a Mario, el no aceptó pues iba a manejar de regreso, pero lo vi tan animado, nos vi tan felices y por primera ves en días un poco distraídos de la rutina que le pregunté si prefería quedarse y pasar la cena con nuestros amigos.

Estábamos tan cómodos y felices que dijimos que si. Pero como "Marías" todos apenados porque todos llegaron con algún platillo y cosas para comer o tomar y nosotros no llevabamos nada! Todos muy arreglados y guapos y nosotros en pants jajaja. Tenemos suficiente confianza como para no llevar nada y andar en la facha pero que pena... jajajaja no estaba planeado, yo pensaba dormir antes de las campanadas y en cambio ahí andaba cenando crema de nuez deliciosa, mágicos camarones al ajillo, arroz con arándanos, pastel de papa, tinto de verano! tantas maravillas en compañía de gente tan maravillosa, tan amena y tan querida por Mario y por mi. Hasta Yin estaba acompañándonos! y la perrita de nuestros amigos también, la chula Mina.

Casi era momento de las campanadas y la mamá de Bere sacó sombreritos y diademas de fiesta! me encantan esas cosas! todos tomamos una copa, nuestra hermosa bolsita de uvas preparada por Bere y nos fuimos cerca de la tv para esperar la cuenta regresiva mientras comentábamos los rituales que cada quien pensaba hacer para traer la fortuna el siguiente año.

10, 9 , 8 ,7, 6, 5, 4, 2, 3, 1... FELIZ AÑO NUEVO!!!

Alcancé a pisar monedas, comer uvas, abrazar gente, tomar de mi copa, algunos salieron con mochila a dar la vuelta, agarraron billetes, pero sin duda, el ritual más extraño y divertido fue el final donde todos participamos... guerra de bombones!

Una gran tradición en la familia de Bere, pero que ahora nos hicieron parte a la familia de Lalo, a Mario, a mi y hasta a los cachorros.

Todos teníamos algunos bombones y pues a aventárselos todos contra todos! fue tan divertido! sentir el "bombonazo" en la cara jajajaja en lugar de enojarte te daba mas risa. Los perritos corriendo por todos lados muy emocionados, los bombones en el aire y la alegría a todo lo que da.

La guerra seguía pero yo comencé con ataque de tos de tanta risa y tuve que suspender, los dejé con su guerra y me fui a sacar toda la flema del mundo... pero valió la pena, fue muy divertido. Tardé en recuperarme y tuve que dejar mi trago y cambiarlo por agua caliente... pero las risas nadie las quita jejeje.

Ya después de eso que pude recuperar la respiración decidimos que ya era momento de ir a casa, suficiente emoción para usa sola noche! Fue un año nuevo inesperado pero fabuloso.

Tenemos amigos hermosos y siempre agradeceré eso, su compañía tan especial que valoro muchísimo. Nos regalaron uno de los mejores "años nuevos" de nuestra vida, estoy segura. Esos momentos llenan el corazón y sacan suspiros.

Y así iniciamos el 2019, sacando estrés a bombonazos y muy felices.

Siempre hay que esperar lo mejor.

Nos estamos leyendo!

AK