Saliendo del hospital me dieron cita para regresar en 10 días a mi sesión de diálisis.
No me dieron instrucciones de nada así que íbamos con muchísimas dudas.
En esos días recuerdo haberme sentido bien físicamente, solo tenia el dolor de la operación y me tenia que mover con mucha precaución.
Pero emocionalmente había una revolución en mi cabeza, me tardé muchos días en poder ver mi cuerpo, solo de "reojo" me veía para cambiarme las gasas pero nada de hacerlo detenidamente. Y verme completamente desnuda en el espejo... bueno, no se cuanto tiempo asó para poder hacer eso, me daba mucho miedo y mucha tristeza ver mi cuerpo.
La gente dice que esas son cosas superficiales y de vanidad, que debería agradecer estar viva y ya. Yo pienso que una cosa no tiene que ver con la otra. Claro que doy gracias por mi vida, pero eso no quita el dolor de ver tu cuerpo cambiar, de tener limitaciones, de no poder acostarte en las posiciones más comunes como boca abajo, de no poder agacharte, estirar tus brazos con confianza sin sentir que se te estira el catéter, etc...
El punto es que llegamos al hospital el día de la cita. Ahí me enteré que la cita era internarme 2 días, que necesitaba llevar alguna cobija pues con el temblor de septiembre, la sección de diálisis se había dañado y nos atendían en un lugar improvisado. No eran camillas, eran sillones, no nos daban batas, nos quedábamos con nuestra ropa y teníamos que llevar cada quien su cobija pues íbamos a pasar ahí 2 días.
Todo era absolutamente desconocido para mi, comenzaron limpiando la zona de la operación, fue doloroso, sentí que jalaban la manguera que salía de mi cuerpo como si pensaran que no me dolía. Después llegó una de esas bolsas que apretaban. Una bolsa de diálisis manual. Comencé a sentir un inmenso dolor, algo así como un cólico mortal y comencé a llorar muy fuerte pidiendo nuevamente ayuda pues no sabía si esa reacción era normal o que era lo que me estaba pasando.
Nuevamente nadie hizo nada, creo que me quede dormida de tanto dolor y llanto. Cuando desperté ya estaba conectada a una maquina, fui descubriendo que esa maquina me metía agua, me inflaba el estomago con mucho dolor, me daban ganas de vomitar, no respiraba un rato, y después el agua salía. Todo eso se repetía durante 11 horas mas o menos. A eso le llamaban una conexión. Y al menos en una sesión de diálisis nos hacen 3 conexiones, por eso es tanto tiempo en el hospital.
Fue nefasta mi primer experiencia, tenía frío excesivo al inicio del tratamiento, pero acabando tenia muchísimo calor, la piel se me calentaba mucho. Nos decía las enfermeras que teníamos que comer para no descompensarnos pues nos sacaban mucha agua, pero la comida era más que nefasta, daba mucho asco.
Es complicado como la familia cree que una es la más fuerte del mundo y que puedes soportar o que deberías soportar todo.
Me insistían en que comiera, como si fuera tan fácil! a ver, por qué ellos no se comían eso que sabía a rata?
Me decían que fuera paciente y que aguantara los 2 días ahí sentada en el sillón sin moverme. a ver, quiero saber si ellos podrían hacerlo así de tranquilos?
Me decían que no tomara tanta agua, quiero verlos en época de calor a ver si pueden sobrevivir un día con medio vaso de agua.
Son cosas que hasta que no las vives no puedes entender.
Muchas veces vi sus caras de desesperación ante mis actitudes, pero yo quería salir corriendo de esta vida! y nadie parecía comprenderlo.
Salí por fin de mi primer cita, cansada, sin haber podido dormir, entumida de no moverme, con los muslos hinchados por la posición del sillón, con dolor y dudas.
Una nueva cita me esperaba 10 días después.
¿A ustedes cómo les fue en su primera cita? ¿Ya sabían si usarían maquina o sería manual?
¿Que sintieron?
Nos estamos leyendo!
AK
Comments