Los días que ya no pueden más, que los síntomas no los dejan en paz, que quieren llorar por todo, que se lea van las fuerzas y ven todo gris... Que hacen? A dónde van? Con quién hablan? O no quieren hablar?
Hoy no me siento bien. Voy siguiendo la diálisis manual en lo que llega la máquina. Me había sentido bien pero ahora estoy reteniendo líquido y la tos ha regresado, me falta el aire y me dan ataques de flema que me hacen vomitar y perder el apetito.
Estoy harta del sube y baja de esta enfermedad. Quiero un refugio!
Lamentablemente a veces creo que mi refugio es el hospital.
Ustedes saben que me choca ir ahí, es incómodo, es molesto, es deprimente, me jalan mucho el catéter y me duele, no dejan dormir... Pero todo eso es soportable por la ventaja que representa poder respirar.
Desde que llego me ponen oxígeno y eso me ayuda mucho. Y conforme avanza la diálisis sacan mucha agua que trae sus efectos secundarios como cansancio excesivo pero mis pulmones comienzan a liberarse y soporto todo eso con tal de respirar y dejar de toser flema.
Es un conflicto muy grande para mí aunque se vea simple. No quiero depender del hospital, pero quiero poder respirar y dormir y comer tranquila... Que hacer!?
Me siento juzgada si digo que quiero que me lleven, pero si no voy también me siento mal. Claro que quiero poner mi salud en primer plano y por ahora siento que el hospital me ayuda a lograr el objetivo de respirar y por lo tanto dormir y comer bien.
Otro pequeño refugio es la música. Pero es momentáneo, me distrae un rato pero el malestar regresa al poco tiempo.
Decir que me refugio en Mario pues es obvio, es mi mayor apoyo y todo lo descargo en él. Debe ser muy pesado estar siempre fuerte para mí. A veces creo que también lo desespero, pero no puedo evitar los malos días y las ganas de llorar y de cuestionarlo todo.
Y pues así las cosas... No sé si mañana iré o no al hospital. Por ahora intentaré dormir.
Nos estamos leyendo!
AK
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