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Cambio corporal

Foto del escritor: AnaAna

Suficientemente molesta es la idea de pensar que un tubo saldrá de tu cuerpo para ser conectado a una máquina. Pues no, no es lo único que involucra la diálisis peritoneal.

El primer paso es la operación para poner el catéter en tu peritoneo. Eso significa que te quedará una cicatriz de unos 5 cm debajo del ombligo. Y el catéter tiene un tubo que debe salir de tu cuerpo para poder realizar la diálisis, en mi caso, sale del lado derecho del ombligo un tubo de plástico con titanio de unos 20 cm aproximadamente.


Los primeros días después de la operación, parte de que no podía moverme mucho por el dolor, no quería agachar la mirada para ver mi abdomen, me daba miedo ver lo que me había pasado, me daba miedo tocar ese tubo y pensar que se podía atorar en algo o que me lo podía jalar y lastimarme. Pasó mucho tiempo para poder verme al espejo con calma.


Antes de la operación, una de las cosas que más me gustaba de mi cuerpo era mi abdomen, siempre suave, delgado y sexy. Ahora con el catéter siempre está abultado, y cuando como se abulta aún más como si hubiera comido 5 platos de sopa y 8 guisados.


Esto ocasiona que se me jale la piel del abdomen y me duela la salida del catéter. Para que esto no pase, mi cuerpo como reflejo empieza a arquearse y camino como si tuviera joroba, con la espalda chueca y los hombros ligeramente alzados. Lo hago de manera inconsciente hasta que me reflejo en algún vidrio y noto mi postura descompuesta, pero no puedo enderezarme pues mi piel estirada no lo permite.


Días, semanas y meses de caminar así van cambiando poco a poco la forma general del cuerpo y sobre todo dan un dolor de espalda tremendo que no se logra eliminar con nada.

No puedes dormir boca abajo pues podrías lastimarte, evidentemente no puedes recibir un masaje fuerte en la espalda que te truene tus huesitos para liberar tensión. Así que solo queda acostarse de lado para descansar un poco.


Eso respecto al abdomen, pero no es lo único que cambia. La diálisis no solo elimina toxinas del cuerpo, también elimina mucha agua y con ella nutrientes importantes como proteínas y minerales, ocasionando rápidamente pérdida de peso y desnutrición (y así quieren que sigamos una dieta absurda... pero bueno).


Se pierde mucha masa muscular en todo el cuerpo, pero como el abdomen está abultado, se vuelve más notorio en las extremidades. Piernas y brazos sumamente flacos. Cuando retienes líquidos eres un globo, se hincha la piel y se ve hasta brillante, pero después de la sesión de diálisis donde te sacan el agua, tu cuerpo se ve tal cual es, un tanto raquítico.

En la foto se ve la pierna del mismo ancho de mi brazo, eso por muchas razones no está bien.



He escuchado y leído a muchas personas que dices que todo esto de lo que hablo hoy es mera vanidad, que no deberíamos fijarnos en eso y que solo deberíamos agradecer el poder estar vivos.

Pues les digo que yo no estoy de acuerdo.

Ver tu cuerpo cambiar tanto en tan poco tiempo es muy fuerte.

Ver un abdomen siempre gordo, un tubo que sale de tu cuerpo, unas piernas siempre flacas, huesos saltados, espalda encorvada, hombros alzados, la cara hinchada, la piel seca, mis codos ahora tienen manchas obscuras por tanto tiempo que paso acostada, ojeras permanentes... por supuesto que no es fácil!


Llevas una vida acostumbrada a verte de cierta forma y aceptar todos esos cambios físicos lleva tiempo, deprime y es sano y completamente normal sentirse agobiada puesto que no es algo que esté en tus manos como alguien que tiene sobre peso y puede ponerse a dieta. Yo he llorado por eso, me he desesperado y al final he aceptado verme al espejo como soy ahora, pero me llevó tiempo.


Cuando la diálisis empezó hace unos 8 o 9 meses, yo estaba 11 kilos arriba de mi peso seco. Eso indica que el peso seco es el real, lo demás es agua retenida. No se si puedan imaginarse lo que son 11 kilos extras a los que no estas acostumbrado a mover, bueno de hecho no podía moverme, pasaba todo el día en cama quejándome de dolor, sin poder respirar, tenían que ayudarme a mover, no soportaba bañarme parada, incluso estar sentada era incómodo y cansado, podía bañarme solo un día a la semana porque era muy complicado levantarme y muy doloroso. Mario y mi mamá se la pasaban dándome masaje en las piernas para ayudarme con el dolor.

Solo podía usar pants enormes pues nada de mi ropa normal me quedaba, eso me deprimía más, sentía que siempre estaba desarreglada.


Llegaba el día de la diálisis en el hospital y me sacaban aproximadamente unos 5 o 6 litros de agua en 2 días. Era una descompensación tremenda, fueron meses muy difíciles.

Aun retengo líquidos pero ya no es tanto. Entre cita y cita ya solo subo unos 3 kilos de agua retenida, no es tanto como antes pero no deja de ser incómodo, duelen las rodillas, se hace difícil caminar y falta la respiración.


La enfermedad me ha enseñado muchísimas cosas de las que ya empezaré a hablar con mayor profundidad, por ahora puedo decirles que las palabras que me saltan con todo esto son PACIENCIA y ACEPTACIÓN.


¿Se han sentido mal por esta situación?

¿Vieron como su cuerpo cambio tanto?


Nos estamos leyendo!

AK

112 visualizaciones1 comentario

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1 Comment


concelemus355
May 12, 2020

Hola Ana...ami me pasa algo similar Ati no puedo veerme aún espejo no eh podido aceptar mi cambio d cuerpo d antes y ahora me deprimo mucho y lloro demasiado, espero q esto pase rápido saludos 🙂 ❤️ pd:me gustó mucho tu blog

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